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Un general de policía, adscrito al Ministerio del Interior de Rusia, que fue despedido el mes pasado como segundo al mando del departamento antiextremismo del ministerio ha sido hallado muerto después de presuntamente suicidarse, informó el lunes la agencia estatal de noticias TASS. Se trataría de otro alto mando ruso, en este caso militar, que aparece fallecido en extrañas circunstancias desde el inicio de la invasión rusa. Vladimir Makarov, de 72 años, fue encontrado en el pueblo de Golikovo, en las afueras de Moscú. «Los cuerpos de seguridad nos dijeron que se suicidó«, informó TASS. Las autoridades rusas usan el término ‘extremista’ para describir una variedad de grupos de oposición, como la Fundación Anticorrupción del crítico del Kremlin encarcelado Alexei Navalni, o medios que han sido prohibidos por organizar protestas contra el gobierno o difundir información considerada perjudicial para el estado. Putin despidió a Makarov, que llegó a ser descrito como «el principal organizador de la ‘caza’ de activistas de la oposición y periodistas incómodos». Es decir, Makarov habría sido un actor relevante en la represión de la oposición al gobierno ruso. El canal independiente Telegram VChK-OGPU citó a familiares diciendo que Makarov se había sumido en una depresión después de perder su trabajo. Dijo que su esposa lo había encontrado con un arma a su lado. Makarov es así la última figura de seguridad rusa de alto rango en morir por aparente suicidio en los últimos meses. El verano pasado, se conoció la muerte por supuesto suicidio de los generales del Servicio de Seguridad Federal (FSB), Yevgeny Lobachev, y del Servicio de Inteligencia Extranjera (SVR), Lev Sotskov.
