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La represión en Nicaragua ha escalado un peldaño más. Este miércoles, el Tribunal de Apelaciones de Managua —una instancia que no tiene jurisdicción para dichos asuntos— despojó de su nacionalidad a 94 nicaragüenses señalados de «traición a la patria». La mayoría de ellos se encuentran en el exilio y no tuvieron acceso siquiera a una defensa. La medida, impuesta anteriormente por el régimen contra 222 presos políticos el pasado 9 de febrero , inaugura una nueva etapa represiva en el país centroamericano. Expertos y analistas vaticinan que cualquier nicaragüense podrá ser declarado apátrida por el simple hecho de criticar al mandato de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, considerada por el caudillo sandinista como su «copresidenta». Además, todos los bienes de los afectados, incluso aquellos que no están a sus nombres, pero que sean parte de sociedades o representantes jurídicos, serán confiscados por el Estado . Esto incluye cuentas bancarias, hasta propiedades. Entre las 94 personas sobresalen al menos 11 periodistas, defensores de derechos humanos, activistas, miembros de la sociedad civil, blogueros, analistas políticos y funcionarios de organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro. Luego del destierro de 222 presos políticos hacia EE.UU., este es el despojo de nacionalidad más grande que ha hecho el régimen sandinista en lo que parece ser una nueva medida que planean aplicar a cualquier crítico que se encuentre fuera del país. Noticia Relacionada estandar No Nicaragua «deporta» a EE.UU. a más de 200 presos políticos y les aplica la muerte civil Francisco Villalta Lo ha confirmado Berta Valle, esposa del opositor Félix Maradiaga, pre-candidato a la presidencia encarcelado en el verano de 2021 por el régimen de Daniel Ortega «Yo no voy a dejar de ser nicaragüense, ni ellos van a dejar de ser mafiosos» , dijo a este medio el politólogo Enrique Sáenz, uno de los 94. El experto ve la situación desde un primer plano. Exiliado de su país, manifestó que la medida le hace sentir más añoranza hacia todo lo que dejó atrás. «Yo soy nicaragüense y nadie me va a quitar eso. Pienso todos los días en el nacatamal (un platillo hecho a base maíz muy típico de Nicaragua), de la marimba, del almíbar (otro postre nicaragüense), de las calles de Managua, del calor. ¿Cómo un grupo de mafiosos, porque eso es lo que son, te va a quitar eso?», enfatizó. Lucía Pineda Ubau, directora del canal 100%Noticias, confiscado en diciembre de 2018 por el régimen, agregó que no le sorprende del todo esta medida, porque desde la «deportación» de los presos políticos observó ciertos indicios de que la dictadura de Ortega no pararía ahí . «Eso no me quitará ser periodista, ni nicaragüense», dijo. En el comunicado del régimen, recibido por sorpresa cuando el país ni siquiera había terminado de procesar la excarcelación de los reos de conciencia, también declaró a estas personas «prófugas de la justicia». «A los 94 acusados por traidores a la Patria se les impone las penas accesorias de inhabilitación absoluta y especial para ejercer cargos públicos, ejercer la función pública en nombre o al servicio del Estado de Nicaragua, así como ejercer cargos de elección popular y la pérdida de sus derechos ciudadanos de forma perpetua respectivamente», leyó el magistrado sandinista Ernesto Rodríguez, presidente del Tribunal.
