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El servicio de información militar ruso lleva meses recopilando información con la intención de espiar y sabotear el sistema de suministro de energía europeo. Un barco ruso fue descubierto hace unos meses en el mar del Norte, cuando tomaba información sobre parques eólicos, según ha desvelado ahora la agencia de inteligencia holandesa MIVD. Su trabajo consistía en «acciones preparatorias» de disturbios y sabotaje, ha descrito el director de MIVD, Jan Swillens. La Guardia Costera y la Marina holandesas detectaron el barco a tiempo y obligaron al capitán a apagar los motores, pero sospechan que no es la única embarcación que ha estado cumpliendo esta misión en la zona. El barco entró en aguas territoriales holandesas y f ue escoltado por la Guardia Costera de vuelta. «Hemos notado en los últimos meses que los actores rusos están tratando de comprender la organización de nuestro suministro de energía en el Mar del Norte con la intención de interrumpirlo», denuncia Swillens, que se felicita por el hecho de que el intento no haya tenido éxito hasta ahora y señala que los cables de Internet y las líneas de gas también se han convertido en el objetivo de posibles actividades de sabotaje rusas. El mar del Norte se ha convertido en la última década en una gran planta de energía eólica, gracias a parques instalados mar adentro como el denominado ‘Vikingos’, de Iberdrola, junto a la isla de Rügen, que suministra desde 2017 350 megawatios (MW) de capacidad a la red eléctrica alemana, el 20% de la energía consumida por Mecklemburgo-Pomerania Occidental, y pionero seguido por los parques Baltic Eagle (476 MW) y Vikingos Sur (10MW). Se trata de infraestructuras de tecnología punta en las que Europa tiene puestas grandes esperanzas para alcanzar los objetivos de la transición energética y destino de grandes inversiones. Solamente el parque Vikingos requirió una inversión de 1.400 millones de euros y, dado su éxito, Dinamarca, Noruega Reino Unido, Bélgica, Holanda y Dinamarca están invirtiendo actualmente en una serie de parques eólicos similares a punto de cambiar el mar del Norte, con la creación de islas y centros energéticos que convertirán la región en un centro para la transmisión energética a toda Europa. Inversiones en peligro Todas estas inversiones están en peligro si se convierten en objetivo militar ruso. En una rueda conjunta con autoridades del Servicio General de Interligencia y Seguridad (AIVD), Swillens ha informado que el barco fue «reconocido a tiempo» y desviado «adecuadamente», pero ha hecho sonar las alarmas: «Rusia está mapeando de forma encubierta esta infraestructura y realizando actividades que indican espionaje y actos preparatorios para la interrupción y el sabotaje del suministro energético». El pasado mes de septiembre, tuvo lugar en el mar del Norte la voladura con explosivos de las dos líneas del gasoducto Nord Stream , que servía para transportar gas desde Rusia hasta el norte de Alemania y que ha quedado completamente destruido desde entonces, sin que haya sido posible determinar la autoría del ataque. Tanto el AIVD como el MIVD han expresado, además, su preocupación por la influencia de Rusia en los extremistas antigubernamentales, de forma que «la seguridad nacional se ha visto amenazada durante bastante tiempo por la propagación del extremismo anticonstitucional, que se manifiesta en una narrativa sobre la supuesta élite malvada» idéntica a la que difunde la propaganda rusa. El Gobierno holandés anunció el sábado la expulsión de diez diplomáticos rusos, acusando a Moscú de intentar introducir «espías» en el país que alberga instituciones como El Tribunal penal Internacional y el organismo mundial de control de las armas químicas. El consulado general holandés en San Petersburgo ha cerrado hoy sus puertas.
