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Una cadena de errores e imprecisiones desembocaron la pasada semana en la muerte del joven inglés Luke Abrahams , de apenas 20 años, futbolista aficionado de East Hunsbury, una localidad de la zona central de Inglaterra. Su familia ha demandado al hospital después de que el chico falleciera por sepsis -infección grave general-, a la que llegó por una ‘bacteria come carne’ que le provocó fascitis necrosante. El diagnóstico inicial y con el que le mandaron para casa fue de amigdalitis . Así lo han denunciado sus padres ante los medios después de presentar la demanda y detallar que una serie de actuaciones negligentes llevaron a agravar la situación de su hijo, aunque no se aventuran a afirmar categóricamente que estaría vivo si hubieran actuado de otra manera. Luke empezó a sentirse muy mal días después del diagnóstico inicial, pero desde el hospital le remitían a una consulta telefónica. Cuando decidieron llamar a una ambulancia para poder trasladarlo al centro médico, ni siquiera recibieron respuesta. Noticias Relacionadas estandar No «Pasé 62 días en coma y estuve a punto de morir»: calvario en la sanidad pública valenciana por una apendicitis David Maroto estandar No «Dejaron morir a mi hija Emma, tengo todos los partes»: el llanto de la madre de la niña muerta por peritonitis en la despedida en su pueblo D. V. «Debieron haberle hecho más pruebas. ¿Para qué sirven las consultas telefónicas con el médico? », explicó la madre, a los medios de comunicación. «Al final se trataba de un caso de emergencia, pero no lo consideraron así porque pensaron que solo tenía amigdalitis y ciática. Se mire como se mire, ninguno de los proveedores de atención médica hizo su trabajo correctamente», añadieron los progenitores del fallecido en declaraciones recogidas por ‘Metro’. Cuando la bacteria había destrozado casi la totalidad de su pierna, los médicos reaccionaron y lo llevaron a quirófano de urgencia para amputarla, pero ya era demasiado tarde. «Ahora sólo nos queda el ‘qué habría pasado si…’» , sentenciaron sus padres, que han puesto el caso en manos de la justicia.