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La historia de su fortuna dice mucho sobre la Rusia de Putin , con el poder y la riqueza en manos de los oligarcas, y cómo estos viven un año después de la invasión rusa de Ucrania. Lanfranco Cirillo (Treviso, Veneto, 63 años) llevó el lujo a los oligarcas rusos, para los que construyó villas de ensueño. Se ha hecho de oro bajo la muy alargada sombra de Putin, que le concedió la nacionalidad rusa. Según una investigación de la Fundación anticorrupción de Alexei Navalny , opositor ruso encarcelado, Lanfranco Cirillo construyó la villa faraónica de Putin, su ‘palacio de Invierno ‘ con playa privada, frente al mar Negro, decorada con muebles de las firmas italianas más exclusivas. Le han incautado su villa-museo del siglo XV y obras de Picasso, Cézanne, Kandisky y Miró, entre otros Cirillo se enfrenta desde ayer a un juicio en el Tribunal de Brescia (Lombardía) por delitos fiscales. La Hacienda pública le reclama decenas de millones de euros por no haber declarado ingresos entre 2013 y 2019, y le ha incautado bienes por valor de 141 millones de euros, entre ellos su villa-museo del siglo XV en Roncadelle (Brescia), otra mansión en Cerdeña, un yate, helicóptero, obras de Picasso, Cézanne, Kandisky, Miró y 670.000 euros en dinero contante y sonante. Huido de la justicia italiana, Cirillo seguirá el proceso desde la planta 51ª de la Torre Imperia, el rascacielos de Moscú con 60 pisos, donde posee 4.000 metros cuadrados. «Rusia es mi casa. No vuelvo a Italia», declaró a la agencia italiana Ansa. Cirilo partió de Italia con lo puesto en la década de los 90 y amasó una fortuna al convertirse en arquitecto de la élite rusa. Confiesa que ha trabajado para 44 oligarcas, a los que tutea. Lo llenaron, literalmente, de dinero contante, según contó a ‘La República’: «Cuando le presenté los planos de una casa a Vaguit Alekpérov , expresidente de la compañía petrolera rusa Lukoil (992-2022), hizo que le trajeran una maleta de dólares, contó la suma total y llenó una bolsa. En el metro, de regreso, me temblaban las piernas». Cirillo se considera un «embajador del estilo italiano», aunque ha sido condescendiente con los caprichos y gustos de los nuevos ricos rusos, propensos al ‘kitsch’, a la estética pretenciosa: «La mujer de uno de ellos me exigió un baño de 54 metros cuadrados íntegramente en nácar, alabastro y ónix: le costó 1,32 millones de euros ». Entre los clientes difíciles, el lugar de honor lo ocupa la esposa del expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dimitri Medvédev: «Me mantuvo parado durante seis horas para decidir si el verde de las cortinas era lo suficientemente verde . Me apreciaba porque su caballo se llamaba Venecia y yo había estudiado allí, en Venecia». Lanfranco Cirllo ha diseñado, construido y amueblado villas y yates «en todo el mundo», pero con el tiempo aprendió a ser discreto: «Cuando ves a la esposa de un oligarca abofetear a su marido en la cena , si quieres vivir mucho aprendes a tener discreción». En su torre de marfil de Moscú, Cirillo cuenta a ‘The Times’ que el conflicto de Ucrania apenas había cambiado la vida en Moscú: «Los oligarcas están cada vez más resentidos con Occidente por la incautación de activos y están trasladando su riqueza a Dubái, Vietnam y Tailandia. Hay una gran comunidad en Vietnam que invierte en ‘spas’, hoteles de cinco estrellas».
