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Días después del terremoto, llegó al noroeste de Siria , región controlada por la oposición a Damasco, el primer camión de la ONU con ayuda específica para las víctimas del seísmo. Hasta ese momento habían recibido con cuentagotas sólo mantas y material sanitario. Algunos culparon de la lentitud a las sanciones contra Bashar al Assad. La bielorrusa Alena Douhan , relatora especial de de la ONU sobre Derechos Humanos lesionados por las sanciones, que visitó Siria en octubre y noviembre, fue una de las primeras que alzó la voz, logrando que EE.UU. suavizara las impuestas a Siria y que la UE, Australia y el Reino Unido acordaran que las suyas no afectaran a las ayudas humanitarias. «Las sanciones tienen un impacto alto pues dificultan la llegada de ayuda humanitaria. No corresponde a la realidad decir que es suficiente la ‘excepción humanitaria’ y EE.UU. las ha suspendido por sólo seis meses, que no es mucho. La situación humanitaria era ya terrible antes del terremoto, imagínese ahora», explica Douhan a ABC desde Minsk, donde se encuentra el Centro de Investigación sobre la Paz, del que es directora. -Usted ha pedido que se eliminen completamente esas sanciones a Siria. -Tienen un impacto muy negativo. Todos mis interlocutores, del gobierno y no del gobierno, coinciden en solicitarlo. Recuerdo una frase que alguien me dijo: con la guerra, moría la gente; ahora está muriendo la esperanza. -Si las sanciones no se refieren a cuestiones humanitarias, ¿cómo obstaculizan la llegada de ayuda? -Hay ‘excepciones humanitarias’ para ciertas medicinas, equipo médico y comida, pero se necesitan varios permisos para traerlas. Por ejemplo, uno para pasar la frontera, otro para comprar gasolina, otro para usarlo en un hospital público, pero debes demostrar que con esa ayuda no estás apoyando al régimen, y no es fácil conseguirlo. Noticia Relacionada Unicef estandar No «Más que ropa o cosas, lo que necesitamos son fondos para resolver el problema en Siria» José A. González Los terremotos de este último mes han agravado la emergencia humanitaria en el noroeste del país que vive desde hace 12 años una guerra sin fin -¿En qué condiciones se encuentra el país? -La situación antes del terremoto era muy dura y las sanciones no contribuyen a la recuperación. Más del 90% de la población vive bajo el umbral de la pobreza y sin seguridad alimentaria. Hay millones de desplazados internos, cientos de niños de la calle. Las infraestructuras están destrozadas por la guerra y por la imposibilidad de importar maquinaria para repararla, y eso sí es culpa de las sanciones. -¿Qué infraestructuras? -El acceso a la electricidad, al agua, al transporte. Tienen corriente 1 o 2 horas al día. En los hospitales, 12 horas. El resto del tiempo usan combustible. Los cortes de electricidad dañan los ordenadores, los equipos médicos y los frigoríficos, y no hay material para repararlos. Si no tienes electricidad, no tienes agua. Si no tienes agua limpia, se difunde el cólera. La gente vive sin calefacción. -¿Las sanciones se refieren también a las ONG? -Muchas organizaciones humanitarias me dijeron que el principal impedimento era la sanción contra transacciones bancarias, que les impide recibir donaciones. La burocracia sobre la exención es larga, cara y a veces imposible. No pueden recibir dinero en el banco, deben ir al Líbano. Y con la crisis en el Líbano, no pueden hacer nada. -¿No teme que Assad use la ayuda humanitaria a su favor? -Cuando estuve en Siria, hablé con organizaciones no gubernamentales, también internacionales, y pregunté si el gobierno impedía de alguna forma la distribución o uso de ayuda humanitaria. Nadie respondió afirmativamente. No he visto ningún informe sobre un mal uso de ayuda humanitaria por parte del gobierno. Quien piense lo contrario, por favor, que me envíe los datos para reflejarlos en mi informe final. «La mayoría de las sanciones unilaterales no son legales desde el punto de vista del derecho internacional» -¿Las sanciones tienen efecto positivo en algún país? -Nunca he visto que lo hayan tenido. -¿En qué condiciones serían eficaces? -Si cumples la ley, la situación mejora. Por desgracia, la mayoría de las sanciones unilaterales no son legales desde el punto de vista del derecho internacional. Creo que es necesario respetar la legislación internacional, pues para imponer sanciones debes contar con la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, y no es el caso de Siria. Se hizo lo mismo contra el terrorismo y el número de terroristas se multiplicó. -¿Cómo trabaja usted? -Viajo a los países sobre los que preparo un informe. Me reúno con representantes del gobierno y de la sociedad civil. La ONU decide al menos la mitad de los entrevistados. Hablan confidencialmente. Tomo nota de lo que me dicen y verifico los hechos. Sólo trabajo con hechos. -¿Que usted sea bielorrusa condiciona sus informes? -Es una de las preguntas favoritas que me hacen en las entrevistas. Me ha nombrado el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, no represento a Bielorrusia, soy una ‘experta’ independiente. Mi misión es analizar el impacto de las sanciones en los derechos humanos.