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La situación en el frente de Bajmut es «extremadamente tensa», según el ministerio de Defensa en Kiev, y el enemigo avanza desde norte y sur por las ruinas de lo que fue esta ciudad de 70.000 habitantes en el corazón del Donbass. «El enemigo ha enviado al ataque a las unidades mejor preparadas del grupo Wagner, que intentan romper la defensa de nuestras tropas y rodear la ciudad», informó Oleksandre Syrskyi, comandante de las Fuerzas Terrestres. La lucha por esta localidad minera empezó en verano y parece estar cerca de su final en medio de las quejas de unos ucranianos que lamentan la lentitud con la que llegan las armas prometidas por sus aliados. El grupo Wagner, formado por paramilitares y mercenarios , aspira a demostrar que su cuerpo de élite es más efectivo que el ejército de ex convictos mal entrenados que tenía hasta ahora en primera línea y que era incapaz de romper las líneas ucranianas. En un campo de tiro a las puertas de Kramatorsk, Konstantin, alias ‘Toten’, prueba el nuevo modelo de F-16 enviado por Canadá y que comenzó a repartirse entre las fuerzas desplegadas en Donbass hace un mes. «Las promesas están muy bien, pero desde que se formulan hasta que el armamento llega al campo de batalla pasa demasiado tiempo y eso favorece a Rusia, hay que acelerar las entregas como sea», opina el sargento Konstantin, miembro de las fuerzas especiales de Azov que desde hace unas semanas han constituido la 3 Brigada de Asalto Separada del Ejército y están en la primera línea en Bajmut. Viendo el ritmo de la batalla no es optimista y piensa que pueden perderla muy pronto, «pero si empiezan a llegar los nuevos tanques, vehículos blindados, lanzacohetes y fusiles de asalto la recuperaremos en pocos meses». De momento se ejercitan con los nuevos fusiles que les han permitido dejar los AK-47 que usaban hasta ahora. Noticia Relacionada reportaje Si Izium, una cicatriz en forma de fosa común Mikel Ayestaran Ucrania denuncia los crímenes de guerra cometidos por Rusia en Izium, ciudad con fosas comunes como las de Bucha o Mariúpol Sus palabras quedan silenciadas por los continuos disparos y explosiones que suenan en una antigua mina reconvertida en zona para prácticas militares. Este joven de 25 años, nacido en Kiev y que durante los primeros meses estuvo desplegado en el frente norte de la capital, no ve próximo el final de la guerra y piensa que «solo una revuelta interna en Rusia contra Putin puede terminar con esto. Nosotros vamos a pelear hasta recuperar Crimea. Tenemos hombres suficientes, lo que necesitamos son buenas armas». Konstantin cambia el fusil por el teléfono para mostrar el grupo de Telegram de su brigada en el que han lanzado un mensaje de ayuda para conseguir visores nocturnos que les pemitan combatir las 24 horas. El tiempo corre en contra de Ucrania en esta batalla que parece estar librando su último episodio. Lucha de «héroes» La petición de armas es el mismo mensaje que repiten de manera insistente Volodímir Zelenski y el resto de hombres fuertes del gobierno en cada una de sus intervenciones. Y este fue el mensaje que trasladaron al presidente de Estados Unidos Joe Biden durante su visita oficial a Kiev de la semana pasada, un mensaje que no obtuvo respuesta . Tras conseguir el compromiso de sus aliados para enviar tanques Leopard , el próximo objetivo de Kiev son aviones de combate F-16. El presidente calificó de «héroes» a los militares desplegados en Bajmut y los alrededores porque «el enemigo destruye constantemente todo lo que puede servir para proteger a nuestras tropas». Las lluvias de los últimos días han convertido el frente de Donbass en un enorme lodazal en el que los militares resisten como pueden en las trincheras inundadas y los vehículos tienen serios problemas para moverse por determinadas rutas abiertas por los campos de la zona. A esto se le suman las bajas temperaturas que han cubierto de hielo las zonas más sombrías. Las lluvias de los últimos días han convertido el frente de Donbass en un enorme lodazal en el que los militares resisten como pueden Esta ciudad situada en el medio de la nada ha ganado relevancia por la intensidad de los combates en los últimos meses. Con su próxima victoria Rusia se hará con una zona devastada , pero confía en que sea les abra la puerta para hacerse con Kramatorsk, Slaviansk y el resto de centros urbanos de un Donbass que es la prioridad de su ‘operación especial’. La urgente necesidad de armas y municiones por parte de Ucrania parece extensible a Rusia, que estaría buscando suministro en China, según la Inteligencia estadounidense. El secretario de Estado, Antony Blinken, advirtió «muy claramente a China sobre las implicaciones y consecuencias de brindar tal apoyo» a Moscú. En Kiev, el jefe del servicio de Inteligencia, Kirilo Budanov, declaró en una entrevista a la emisora Voice of America que las reservas de misiles de las Fuerzas Armadas de Rusia están «casi a cero». El teniente general Mikola Oleschuk, destacó en el portal Ukrinform que desde septiembre han logrado destruir 650 misiles enemigos.