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La sexta jornada de huelgas, manifestaciones y protestas de todo tipo contra el proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones, se transformó la tarde del martes en un proyecto de contestación global de Emmanuel Macron y su visión de las instituciones del régimen. Los sindicatos no consiguieron paralizar Francia, como habían anunciado, pero sí consiguieron graves perturbaciones del sistema ferroviario, los transportes públicos, el sistema educativo y sanitario, anunciando la prolongación de las protestas indefinidamente. Un miembro del sindicato CGT participa en las protestas de París J.P. QUIÑONERO El balance provisional de las 300 manifestaciones que se sucedieron, en toda Francia, tuvo una importancia llamativa, con la participación de más de 2 millones de hombres y mujeres gritando a todo trapo su rechazo de la reforma macroniana. La CGT, principal sindicato, anunció a media tarde del martes, 700.000 manifestantes, solo en París. Y más de 2 millones, en toda Francia. Más allá de la tradicional batalla de cifras, la manifestación parisina consiguió movilizar a sectores muy diversos: de los grupúsculos izquierdistas al sindicalismo cristiano, mucho más conservador. Noticia Relacionada estandar Si Los sindicatos anuncian que han bloqueado todas las refinerías de Francia Juan Pedro Quiñonero Según el ministerio del Interior, se espera una movilización de entre 1,1 a 1,4 millones de personas «Jornada histórica» Los líderes sindicales de las principales centrales, la CGT y la CFDT, por su parte, hicieron un balance muy optimista de la contestación contra el Gobierno de Macron. Philippe Martinez, secretario general de la CGT, declaraba al comienzo de la gran manifestación parisina: «Ha sido una jornada histórica. El movimiento gana fuerza. Es la primera etapa de un nuevo proceso de contestación». Un grupo de jóvenes sostiene una pancarta donde se lee: «No moriremos en el trabajo» j.p. quiñonero Laurent Berger, secretario general de la CFDT, insistía: «Hemos conseguido una movilización histórica, la más alta desde hace hace muchos años». Sin confesarlo abiertamente, la CGT, la CFDT y el resto de las centrales sindicales, aspiran a repetir la legendaria batalla de 1995, cuando los sindicatos consiguieron que el gobierno de Jacques Chirac abandonase el proyecto de reforma de las pensiones de hace veintisiete años. Baja popularidad del presidente El proyecto de Macron sigue su curso de discusión parlamentaria. Pero el conjunto de los sindicatos aspiran a un «retirada completa». Se trata de un proceso inédito: la contestación global del poder establecido, el poder institucional, pidiendo la retirada de una Ley aprobada en el Parlamento. «Queréis la jubilación a los 64, tendréis Mayo del 68», se lee en un cartel en la calle J.P. QUIÑONERO El Gobierno quizá pueda imponer su proyecto de reforma de las pensiones. Pero los sindicatos contestan ese poder institucional, y aspiran a revocarlo en nombre del poder y la contestación callejera . Según los sondeos y estudios sociológicos, una mayoría del 60 al 65 por ciento de los franceses dicen apoyar la contestación sindical. Se trata de un argumento sensible, cuando una mayoría del 65 / 66 por ciento de los franceses dicen tener escasa o mala opinión de Emmanuel Macron.