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En los últimos tres años, la pandemia del Covid-19 y el estallido de la guerra en Ucrania han supuesto un cambio de paradigma en la interrelación entre los distintos países del mundo. El coronavirus fue un golpe de realidad que evidenció las carencias de la humanidad para enfrentarse a una epidemia en un mundo globalizado -la comunidad científica advierte que habrá nuevas enfermedades que se propaguen por todo el planeta-, mientras que la invasión perpetrada por Vladímir Putin sobre su país vecino está redefiniendo el papel de numerosos actores geopolíticamente hablando. China consolida su rol de nueva gran potencia -esta semana su labor de mediador ha sido clave para que Arabia Saudí e Irán retomen sus relaciones diplomáticas-, a la par que el bloque de los llamados ‘países no alineados’ recobra protagonismo ante la creciente polarización entre Rusia y Occidente desde la agresión militar del régimen de Putin a Ucrania. En este contexto, algo más de un año después del inicio de la invasión rusa, se celebra estos días en la capital de Azerbaiyán , entre el 9 y el 11 de marzo, el X Foro Global de Bakú . Jefes de Estado y presidentes -presentes y pasados-, premios Nobel, organizaciones internacionales y miembros de la sociedad civil se han dado cita en el hotel Four Seasons de Bakú, durante tres jornadas maratonianas, para reflexionar sobre las grandes amenazas que se ciernen sobre el mundo tal y como lo conocemos. La guerra en Ucrania , presente desde el primer momento, no es sino una pincelada en un cuadro que completan los numerosos conflictos abiertos en el resto del planeta, el cambio climático , la crisis energética , los problemas de abastecimiento… Noticia Relacionada GUERRA DE UCRANIA reportaje Si Rusia, año 1 de la invasión: represión y propaganda para ganar el apoyo social a la guerra de Putin Rafael M. Mañueco En Moscú la vida parece seguir como antes del estallido del conflicto, pero la crisis financiera castiga a una población sometida a una feroz opresión y que carece de datos fiables sobre el número de víctimas «La guerra fría ya está aquí», dijo el jueves Iveta Radicova , primera ministra de Eslovaquia entre 2010 y 2012, en una intervención que enfatizó la escalada de la tensión global. Compartía panel con ella Viktor Yushchenko , presidente ucraniano entre 2005 y 2010, quien definió a Putin como «un criminal» y «un asesino»: «Su lugar está en la cárcel». Entre otras cosas, Yushchenko exigió un tribunal internacional para juzgar al dirigente ruso por crímenes de guerra . «Si creéis que la paz en vuestros países está garantizada, cometéis un gran error», avisó el exmandatario. ‘Make love, not war’ Con su presencia en un debate que apelaba a la paz mundial, la guerra en Ucrania era un tema garantizado, pero durante los tres días de exposiciones las miradas se redirigían allí desde diversos enfoques y ámbitos territoriales. El consejero de Estado del primer ministro de Rumanía, Laszlo Borbely , sin mencionar directamente el conflicto y en un claro intento de distensión, afirmó que pertenece «a la generación del ‘flower power’» y terminó en inglés, como un jipi en los sesenta, con una reivindicación universal: «’Make love, not war’ («Haz el amor, no la guerra»)». Desde una perspectiva menos amable abordó la cuestión el viernes Peter Medgyessy , primer ministro de Hungría entre 2002 y 2004, quien se alineó con las posiciones del actual Gobierno húngaro y, aunque dijo que «la responsabilidad» de la guerra es del presidente de Rusia, también lanzó una pregunta en dirección a la Unión Europea y a Ucrania: «Hay que ver si queremos buscar soluciones o convencer a Putin de que deponga las armas». La posición de Hungría, con fuertes vínculos comerciales con Rusia, ha amenazado la unidad europea en los paquetes de ayudas y sanciones . Varias voces han criticado la «hipocresía» occidental. Por ejemplo, en una conferencia sobre los problemas en inmigración , Abdulaziz Altwaijri , ex director general de Isesco (Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura), lamentó que los europeos que ahora abren sus hogares a los refugiados ucranianos nunca pensasen en hacer lo mismo con los provenientes de Siria . Wu Hongbo , representante especial de China para Asuntos Europeos, también criticó «el doble rasero» al «apoyar la soberanía de Ucrania», pero también «movimientos independentistas en Taiwán». Desde Marruecos, la presidenta de la Internacional Liberal, Hakima El Haite , ha criticado este sábado que Europa imponga sanciones a Rusia calculando solo las consecuencias que tendrá para esta región y sin preocuparse de las repercusiones, por ejemplo, en África . Según ella, dos millones de personas sufren hambre allí como consecuencia de las restricciones sobre fertilizantes rusos, claves en los cultivos africanos. «Mi corazón está sangrando por las muertes en Ucrania y no hay justificación posible, pero las consecuencias de la guerra trascienden sus fronteras». El presidente de Azerbaiyán: la integridad territorial no se cambia «por la fuerza» El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, defendió el jueves, en su discurso inaugural del X Foro Global de Bakú, la integridad territorial y la soberanía de su país y dijo que «no pueden ser cambiadas por la fuerza». Sin mencionar a Ucrania ni a Rusia en ningún momento de su intervención, añadió que ese mensaje «se aplica no solo al caso de Azerbaiyán, sino a todos los conflictos en el mundo». Aliyev, además, afirmó que es «el momento para la paz» con Armenia, tras el conflicto en la región de Nagorno Karabaj, informa Europa Press . El conflicto y la respuesta europea han acarreado transformaciones en el mercado energético europeo, antes de la guerra altamente dependiente de Rusia. Ekaterina Zaharieva , exministra de Asuntos Exteriores y de Justicia en Bulgaria, puso como ejemplo a su país, que en 2021 tenía un 95 por ciento de dependencia del gas ruso de Gazprom y ahora importa el cero por ciento. Este movimiento, a su vez, es una oportunidad para terceros países. El primer ministro de Energía azerbaiyano, Parviz Shahbazov , aseguró que solo en 2022 aumentó un 40 por ciento el suministro de gas a Europa. No obstante, el fin de la importación del gas ruso también ha provocado la reapertura de centrales de carbón, con lo que ello implica para el cambio climático. Un tema que tampoco ha pasado desapercibido en el X Foro Global de Bakú, donde numerosos participantes han expresado su honda preocupación ante el calentamiento global. «¿En una escala del 1 al 10, cuánto le preocupan las amenazas sobre la seguridad climática, la seguridad alimentaria y la seguridad nuclear?». La pregunta se formuló a los ponentes de un panel sobre desafíos globales. «El cambio climático es el asunto más grave que ha afrontado jamás la humanidad» Hakima El Haite Presidenta de la Internacional Liberal En un contexto de escalada bélica, con Putin exhibiendo poderío nuclear para marcar músculo ante la OTAN , la científica jefe de la ONU para la Agricultura y la Alimentación no dudó en situar en «un nueve o un diez» las dos primeras amenazas y en dejar «en un cuatro» la tercera. El mayor grito de socorro se ha escuchado desde África, continente más expuesto a la desertificación y a falta de agua , con El Haite señalando el cambio climático como «el asunto más grave que ha afrontado jamás la humanidad». La expresidenta de Malawi Joyce Banda , en una encendida y aplaudida intervención, también ha remarcado este sábado que si bien el cambio climático es ya una realidad, «también debe serlo la justicia climática». África, ha reclamado por tanto, no debe ser ignorada por el resto del mundo. En un mundo que se reconfigura con la emergencia de China como gigante, los problemas locales en cada rincón del planeta son mucho más comunes de lo que cabría pensar. El multilateralismo se abre paso, con focos de inestabilidad – Israel-Palestina , por ejemplo- más allá de Ucrania.