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Todas las guerras provocan una cantidad ingente de desgracia y pesar, pero también una suma nada desdeñable de héroes, cuyo comportamiento admirable pasa a formar parte del panteón de los mitos de la nación. Como cabe esperar, la de Ucrania no va a suponer un paréntesis a esa norma, tal y como recordaron el viernes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, cuando participaron juntos en el funeral del soldado Dimitro ‘Da Vinci’ Kotsiubailo (Zadnistrianske, provincia de Ivano-Frankivsk, 1995, 2003), un joven de 27 años que murió defendiendo su patria en la batalla de Bajmut , el epicentro de la lucha que se libra para frenar la invasión rusa. «El camino hacia nuestra victoria es muy difícil. Y el precio de esta victoria son las vidas de nuestros guerreros, los mejores ciudadanos ucranianos que defendieron el país con las armas en la mano», dijo el jefe del Estado Mayor ucraniano, Valeri Zaluzhni, durante la ceremonia, en la que se arrodilló junto al féretro del soldado caído, como también hizo el ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, con el rostro atravesado por un gesto pesaroso. El funeral de Kotsiubailo se celebró en Kiev, primero en la catedral de San Miguel de las Cúpulas Doradas y más tarde en la Plaza de la Independencia, espacio emblemático y casi profético del destino que le aguardaba. Según los datos disponibles sobre su biografía, el soldado, como tantos jóvenes de su generación, participó activamente el Euromaidán , las protestas que se sucedieron en ese lugar desde noviembre de 2013. De trasfondo europeísta, las movilizaciones supusieron un punto de inflexión en el rechazo ucraniano a tolerar nuevas interferencias del Kremlin. Noticia Relacionada estandar Si El Pentágono retiene las pruebas de los crímenes rusos en Ucrania Javier Ansorena Los militares temen que facilite procesar a estadounidenses ante La Haya en el futuro Ideología polémica Con el rostro aniñado, apenas disimulado por la barba y la mirada honda de los que han vivido demasiado en un período de tiempo muy breve, el cuerpo de Kotsiubailo, comandante del primer Batallón Mecanizado ‘Da Vinci Wolves’ de las Fuerzas Armadas de Ucrania, se veló con un ramo de rosas rojas depositado sobre su pecho. El aspecto más controvertido de la vida de Kotsiubailo fue su pertenencia a ‘ Pravy Sektor ‘ (Sector Derecho), uno de los grupúsculos de extrema derecha más activos desde el Euromaidán, que le llevó a combatir la primera insurgencia separatista en el este de Ucrania. Según un artículo de 2014 de la BBC, su entonces líder, Dimitro Yarosh, se decía admirador de Stepan Bandera, indefendible referente por su papel en la Segunda Guerra Mundial. En un análisis de 2019, la agencia Reuters denominaba la ideología de la formación de «intolerante y antiliberal». Como ya se sabe, todo héroe proyecta una sombra alargada.